La mayoría de casos pensamos que son los tacones altos aquellos que generan molestias, que en algunas veces terminan con visitas al doctor. Sin embargo, la principal razón es que al momento de elegir nuestro calzado nos dejamos llevar más por las emociones y no pensamos en la comodidad.
Si nos enfocamos en hablar del calzado sin tacón (es decir el súper
plano), su uso constante evita que la distribución del peso de nuestro cuerpo
no sea de forma adecuada al momento de caminar porque no se genera algún
tipo de arco en la horma del pie, y que con el tiempo pueden llegar a producirse lesiones
en las rodillas y los talones.
Respecto al punto anterior , hay diversas corrientes de opinión, los
traumatólogos indican que el uso constante puede generar dolores crónicos no
solo en las articulaciones sino también los músculos se ven afectados. Otros
especialistas afirman que el calzado no tiene nada que ver. Lo cierto es que
usar diariamente un solo tipo de calzado no es lo más recomendable, se
considera que el mismo par no debería de usarse por más de tres días seguidos
siempre alternarlos para así evitar lesiones.
Por ejemplo, es recomendable llevar una ballerinas con un pequeñisimo taco al menos, pero no completamente planas.
Lo ideal es buscar un poco de amortiguación, esto
no quiere decir que debamos andar en zapatillas el 80% de nuestro tiempo, sino
buscar alternativas como las plantillas de gel o las ortopédicas que se puedan
solicitar a la medida de lo que nuestro pie necesite fuese un pequeño taco o
apoyo en el arco, dando soporte al cuerpo. Además, buscar calzado ergonómico, aquel que se sienta como
caminar en pantuflas pero siempre lindas. Recuerda que la comodidad y actitud nunca pasarán de moda.
Me cuentan cómo les va.
